miércoles, 28 de julio de 2010

¿La loma o el llano en llamas?

Allá, en la frontera norte de la ciudad, se encuentra el inodoro de Lima, el vertedero o algo que se asemeja mucho al concepto de infierno, excavaciones profundas de más de 100 metros, huecos pestilentes que se llenan minuto a minuto de todo lo que la gran Lima desecha. Pero en medio de todo existe una luz de esperanza.

Qué tal curiosidad debe de tener uno para levantarse a las 5 de la mañana, tomar una ducha rápida, soportar ese especial frío de las mañanas, subir al auto, aún medio dormido y encaminarse a un viaje de más de una hora y media fuera de Lima, hacia el norte, mas allá de Comas, lejos de Los Olivos, pasando Puente Piedra, allá donde termina la Lima metropolitana. No es que por puro romanticismo me haya encaminado a ver el alba en las idílicas y verdes Lomas de Carabayllo, no, fui al encuentro de lo que nadie ve ni quiere ver, fui a ver lo que cientos de organizaciones mencionan y lo que muchos de nuestros políticos ignoran. Me habían dicho que allá, al borde de la ciudad, se encuentra el inodoro de Lima, el vertedero. Lo que vi se aproximó a la imagen que tengo del infierno, excavaciones profundas de más de 100 metros, en las que ya han caído varias personas muertas, huecos pestilentes que se llenan minuto a minuto de todo lo que la gran Lima quiere desechar, basura mas basura, camión tras camión, llegan y arrojan todo, así es, todo. Un poco más allá, hacia los costados, otros agujeros ya llenos que se ven como montículos de basura, amarilleada por el tiempo y cuyo olor, entre metano y putrefacción, dos semanas después, sigo sintiendo en la nariz. Existe vida en el infierno. Docenas de perros pulgosos, y junto a ellos familias, desde la madre embarazada hasta la pequeña de 5 años, separando con sus simples manos la basura, en búsqueda de algo que pueda tener valor; 6 horas de trabajo para dos soles en plástico o metales.


Mi curiosidad no fue voluntaria, un grupo de colegas periodistas extranjeros deseaban reportar sobre el trabajo de las organizaciones no gubernamentales en el Perú y recoger datos sobre el trabajo que éstas realizan. No lo pensé dos veces cuando me llamaron pues tenía bien en mente aquel informe del 2007 en el que se mencionaba la existencia de más de 2000 ONGs en el Perú, de las cuales solo 980 cumplían con entregar su plan de operaciones. Y recordé además otras críticas, algunas poco certeras, otras inexactas y quise ver con mis propios ojos lo que se está haciendo.

En las Lomas de Carabayllo se encuentra un pueblo joven, o asentamiento humano, es la forma cómo se les denomina a los terrenos del estado que han sido invadidos por migrantes provenientes de las regiones en busca de trabajo en la capital y que viven allí en precarias condiciones. La población allí se encuentra organizada en mas de 40 representaciones vecinales y cuentan con una dirigencia democráticamente elegida. Hay grupos de trabajo que se ocupan de determinados temas que les atañen. Algunos se encargan del comedor, otros de la biblioteca, otros, de los grupos juveniles, del medio ambiente y de la seguridad de las casas en zonas de riesgo. Organizarse ha sido posible gracias a las ONG, y solo así ha sido posible obtener algo de infraestructura. Aún no todos tienen luz. Desagüe y alcantarillado sigue siendo un sueño. Títulos de propiedad se están empezando a entregar, gracias a que los organismos no gubernamentales les han brindado la asesoría técnico-jurídica y gracias a ese aporte también se están construyendo muros de contención para cuando llueve mucho y las casitas se caen de las laderas. Los pobladores de Lomas, gracias a los cursos a los que asisten, son concientes que el Valle del Río Chillón que colinda con las Lomas está desapareciendo vertiginosamente. Tanto por la población que ilegalmente llega, así como por las nuevas urbanizaciones. Y también son concientes que los vertederos ilegales de basura y las fábricas clandestinas de reciclaje son aquellas que contaminan el aire y la salud de su población. Gracias a su iniciativa, en estas semanas se está haciendo un estudio sin precedentes y único en el mundo. Se estarán sacando pruebas de mas de 300 niños y niñas y se les estará sometiendo a exámenes psicotécnicos y de inteligencia para ver la relación del plomo que tienen en su sangre con el rendimiento escolar. El estudio es financiado por organismos internacionales, universidades locales, practicantes, voluntarios, escuelas y ONGs. Tengo la impresión que los resultados no arrojarán nada bueno. Mientras tanto, sus pobladores seguirán luchando para que las fabricas clandestinas, que queman baterías por las noches para que no los vean, finalmente desaparezcan. Y seguirán luchando para que desaparezcan también esas fábricas que son custodiadas por personas armadas porque quién sabe que veneno ocultarán. Seguirán luchando para que se reconozca a las Lomas de Carabayllo finalmente como zona de protección natural y atracción turística y también para que el Valle del río Chillón sea lo que siempre fue, el pulmón norte de la ciudad de Lima.

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