lunes, 7 de junio de 2010

Me encanta la tele

No cabe duda que Perú tiene muchos encantos. El andino milenario con toda su rica cultura, el Perú urbano y sus atractivos coloniales, su oferta culinaria, su vida nocturna, el mar y claro no podían faltar sus medios de comunicación. ¿Qué podrá llegar a pensar un extranjero cuando lee esos encabezados en los diarios amarillistas? ¿Sufrirá un choque cultural cuando empiece a ver los noticieros centrales en la tele?
Me encanta la tele
Klaus, un gran amigo de Alemania, tiene un problema en el cuello, por lo menos eso creo, y fíjense que ahora que me percato nunca indagué por los detalles. Resulta que cada vez que él tiene que voltear la cabeza, sea para ver si vienen carros en la calle transversal o bien para hacer caso cuando oye su nombre, siempre gira el torso completamente, junto con la cabeza, como un robot. Nunca le he visto girar independientemente, es decir sin el tronco, ni siquiera en estos días que lo tengo de visita aquí en Lima y cuando se nos cruza alguna belleza despampanante, así de melosas con esas caminaditas que seguro han causado mas de una tortícolis o alguna riña de pareja. Incluso cuando fui a recibirlo al aeropuerto tuve la esperanza de verlo mejorado y cuando lo vi salir campante buscándome me escondí tras uno de esos letreros de las agencias de turismo que esperan pasajeros. Para verlo torcer grité su nombre cuando me estaba dando la espalda, y si, no había mejorado, seguía igual de tieso. Tan tieso como cuando estábamos en la universidad y en broma lo llamábamos desde las filas posteriores del salón de clases. Mis otros amigos y yo solíamos ocupar las filas traseras, mientras que él prefería sentarse bien adelante. Llamábamos su nombre para verlo torcer, así a su manera, como Robocop, y esa solía ser la broma del día.

El reencuentro
“Que moderno aeropuerto” fue su primera frase, mientras me daba un fuerte apretón de mano. Es la misma frase que ya he oído de quienes llegan después de años a Perú o han viajado mucho por el mundo y se encuentran que en el tercer mundo de veras estamos en vías de desarrollo. Klaus, entre tanto, convertido en un investigador de mercados, solo estaba de paso en Lima, no quería perderse, en estos 15 días, todos los atractivos turísticos que tiene el Perú. A su regreso por la capital, antes de tomar su vuelo de vuelta, le prometí mostrarle algo de la ciudad, el centro histórico, Barranco y llevarlo a cenar a algún restaurante emblemático. Y así fue, llegó entusiasmado y lleno de espectaculares imágenes en su rígida cabeza, imágenes que seguro nunca olvidará. Y claro, como buen germano, después de la cena que le prometí y después de unos suculentos vinos deseaba irse a dormir temprano, pero sin antes ver las noticias. En esos instantes se me empezó a revolotear el estómago. Dios mío, no me hagas arruinarle todas sus vacaciones. ¿Qué noticiero local le puedo mostrar a un colega comunicador extranjero sin pasar vergüenzas? Camino a casa aproveché para ponerle al tanto del contexto histórico y social del Perú y prepararlo emocionalmente a lo que vendría.

Lima y sus noticieros

Llegamos a casa justo antes de las diez de la noche y casi estaba por proponerle ver el noticiero de un determinado canal, el menos vergonzoso de todos, pero a esas horas pasaban otros programas. Al comentárselo me dijo que no le interesaba ver un noticiero, que por emitirse vía cable, apenas algunos pueden ver. Prefería los noticieros centrales, insistió, esos de señal abierta, esos que llegan a ver todos. En Alemania, igual que aquí, las noticias principales se suelen emitir a las 10 de la noche. Y bueno, allí estábamos, sentados en el sofá de la sala, yo mirándolo de reojo, él ahí con el cuello tieso como un robot, las noticias por empezar, hasta le puse un vaso con agua, por si acaso:

Diecinueve de mayo 2010, 10 p.m. Mi tele muestra Canal 4, la nota que abre el noticiero menciona el asesinato de un estudiante de 28 años. Los vecinos que se muestran en la nota comentan que la delincuencia ha aumentado. Me dirijo a Klaus y le comento que por cierto la criminalidad es un tema que preocupa a la población pero que en un ranking de seguridad ciudadana en Latinoamérica estamos relativamente bien, hay ciudades mas inseguras que Lima.

Le propongo cambiar de canal y nos vamos al canal 5. Pasan la misma noticia, “Muere estudiante de 20 años, lo mataron al frente de su casa”. Opto por no comentar más el asunto. Luego mientras ya son las 10.05 en el mismo canal pasan la segunda nota: “Mujer de 40, traductora, murió asesinada y ya se la pudo identificar”. Vuelvo a coger el control remoto y cambio al canal 2: “Se identifica a la traductora asesinada”. Se me corre la saliva por la garganta y empiezo a toser. Cambio al 5: Se muestra a una mujer llorando, mientras que el reportero relata el suicidio de un hombre en la vía expresa. Klaus se acomoda en el sofá. Paso al canal 2 y ya son las 10:08 p.m.. El 2 sigue reportando sobre la traductora. Indago a mi amigo si prefiere un digestivo en lugar de agua, no me responde y coge el control abruptamente. Llego a enrojecerme y tomo dos tragos de mi vaso con agua. Klaus pasa al Canal 4. Cambio de locación, esta vez, El Zapayal, en Puente Piedra: “Una mujer de 59 años muere estrangulada, le robaron para quitarle su dinero guardado”. La reportera describe detenidamente como la estrangularon. Que suerte que Klaus no entiende bien el castellano, pensé hacia mis adentros. Klaus coge su vaso con agua y toma un sorbito. Cambia al 5. Allí se habla de un maletín y de un tal Sr. Benites a quién también le robaron en su bodega. Mi amigo empieza a canalear mas rápido, casi se empieza a inquietar. Pasa al canal 2, allí siguen con el caso de la traductora. Pasa al canal 4 y justo termina la noticia sobre el Zapallal y continúan con un reporte sobre el temblor en Bagua y se muestra la carretera dañada. Trato de hacerle conversación como para distraerlo un poco y le pregunto si ya ha sentido un temblor alguna vez. En ese instante pasan en el canal 5 el caso de un niño que mataron en Huacho y para colmo de males, a su profesora también. Por último se muestra al escolar en la zanja donde lo abandonaron. Klaus gira todo su torso hacia mi, con cabeza y todo y me pregunta si le puedo servir un Pisco. Yo estaba pensando lo mismo. Me voy a la cocina pero puedo aún escuchar lo que está viendo y en que canal anda. Pasa al canal 2. Los colegas periodistas de ese canal han cogido el mismo tema, el del estudiante asesinado en el jardín de su casa, pero ellos muestran la “primicia” de como sacan al estudiante envuelto en una frazada. Ya casi a las 10:12 p.m. veo sonreír a Klaus cuando en el canal 4 se muestra a Keiko Fujimori bailando el baile del chino a ritmo de tecno-cumbia. Le entrego la copa, me apodero del control remoto y cambio al 5. “Terramoza muere, bus se empotra contra una vivienda en Chancay”, se ve el bus calcinado. Cambio rápido al 2, se ve una mujer llorando, se trata del estudiante muerto. Lo miro, tomo mi copa de pisco en la mano y le digo salud. ¡Hasta que por fin! Canal 4 muestra la cumbre de la Unión Europea, América Latina y el Caribe. El 5 también, mientras que en el 2 se sigue hablando del Sr. que se suicidó. Y así sucesivamente, ya son las 10:15 p.m..

Nunca suelo acostarme antes de las 12 p.m., pero esta vez me despedí de Klaus fingiendo bostezar y que estaba cansado. Él se sumó y procedió a prepararse para dormir, cogió el control, apagó la tele y subió a alistarse para dormir. Yo en el baño me consolé con que tendría todo el tiempo durante el desayuno para explicarle lo de la ética y la calidad de los contenidos y de los medios de comunicación en el Perú. Esa noche no pude dormir pensando en lo difícil que sería explicarle tal asquerosidad de periodismo. Me lo encontré en el pasillo y nos deseamos buenas noches, pero de pronto se detuvo y preguntó que qué significa “Luri”. No entendí su pregunta a lo que él añadió que eso era lo que había leído en el encabezado de un periódico. Decía textualmente: “Verá el mundial en Luri”*. Le prometí que eso, también se lo explicaría en el desayuno.


*Luri = Lurigancho es un penitenciario en Lima. El diario se refiere al caso de un presunto asesino holandés, que al ser capturado probablemente tenga que ver el mundial de fútbol en “Luri”

*no se pierdan los cortos en POP 3.0 TV

5 comentarios:

  1. Una mezcla entre risa y tristeza. Nuestros noticieros son una compilación de crónica roja e intrascendencias, nada más. Buen texto.

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  2. Muy cierto, a veces no llego a comprender por qué se priorizan ese tipo de noticias, no es que en otros países no se toquen esos temas, sí se tocan pero aparacen en páginas posteriores, muy al margen. ¿Por qué todos los noticieros tienen que abrir sus programas con violencia? Ellos dirán que es lo que la gente quiere ver, pero yo me pregunto si es eso lo que un buen periodista quiere que sepa su lector, su televidente? ¿donde está su nivel de ética? ¿donde sus principios? ¿Cómo se entiende un periodísta en su rol y función en la sociedad? ¿y que de los niños y adolescentes que absorven esas imagenes? ¿Que nunca leyeron sobre psicología de masas y de como justamente esas imágenes llegan a transmitir una versión erronea y difusa de la sociedad? ¿Quizá el problema esté en otras "esferas"? Punto.

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  3. Entretenidas narraciones.
    ME gustaría conocer Perú, quedará pendiente...

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  4. que mate de risa... perosi, las noticias son asquerosas

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  5. bueno por lo que yo se, las nooticias bvasura asi, igualitas como en peru al cuno las pasan en Costa Rica

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